PREMIO ESTRELLA DE ORO A LA EXCELENCIA PROFESIONAL - Beatriz Patiño Alves Abogado Derecho digital, derecho tecnológico, derecho de las nuevas tecnologías, Derecho de la industrial, competencia desleal y derecho de la publicidad Madrid y A Coruña
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PREMIO ESTRELLA DE ORO A LA EXCELENCIA PROFESIONAL

PREMIO ESTRELLA DE ORO A LA EXCELENCIA PROFESIONAL

El 18 de noviembre de 2016, tuve la suerte de recibir el galardón “Estrella de Oro”, por parte del Presidente-Fundador del Instituto para la Excelencia Profesional, en reconocimiento a mi trayectoria profesional, y en especial, por el ejercicio profesional en Derecho Digital y Nuevas Tecnologías. Para mi supuso un honor y sobre todo un enorme agradecimiento porque alguien había pensado que el duro trabajo realizado durante estos veinte años podía ser recompensado.

La mayoría de los premiados pertenecían al sector de la tecnología y la innovación, circunstancia que me pareció muy positiva, no solo porque en el ámbito empresarial esta área ya está absolutamente consolidada, sino también porque con su actividad empresarial seguro que cambiarán nuestro futuro más inmediato.

Cuando yo empecé a trabajar en Internet y en Nuevas Tecnologías, (porque el término Derecho Digital es bastante más tardío) nadie imaginaba que revolucionaría nuestras vidas hasta el punto que lo hizo y lo hace. Y, por supuesto, pocas empresas tenían esa capacidad visionaria para ver en Internet el mercado por excelencia. He de reconocer que en mi caso también hubo un antes y un después que –de repente- recolocó en mi cabeza esta especialidad como prioritaria.

Estábamos a mediados de los noventa y asistí a la compra de un nombre de dominio por parte de una gran compañía que se había encontrado con una desagradable sorpresa al intentar adquirir su “.com”. Evidentemente, no diré su nombre, pues pertenece al secreto profesional, pero sí diré que el precio por el que se compró a un joven informático era mucho más que considerable. Lo verdaderamente llamativo es que no solo tenía uno…, ni dos…ni diez…Eran unos cuantos mas. En cuanto vimos la lista y fuimos conscientes de que no éramos la única empresa afectada sentimos cierto alivio, pero inmediatamente todos nos imaginamos cuantas vidas trabajando deberíamos vivir para llegar a ganar todo ese dinero.

Como siempre la realidad superó la ficción, y muchas empresas fueron verdaderamente conscientes a golpe de talonario de la importancia que tenía la presencia en Internet a través de su propia página Web. Sin lugar a dudas, hoy no existen estos problemas, pues se han articulado mecanismos relativamente rápidos a través de los cuales el verdadero titular del nombre de dominio, o al menos, el que considera que tiene mejor derecho, lo pueda recuperar sin demasiados costes, ni formalismos. Después de haber asistido a aquella compra de dominio la especialización era una obligación.

Yo venía de un ámbito del Derecho más clásico, y también más manido. Mi tesis doctoral se centró en el Derecho Publicitario y mi ejercicio profesional siempre estuvo y estará vinculado a esta materia, también a la Propiedad Industrial, a la Propiedad Intelectual y a la Competencia Desleal. Sigo trabajando en todos estos temas, pero cuando llega un asunto de Derecho Digital he de decir que siento algo especial, pues se trata de un Derecho que se está creando y todos estamos aprendiendo en esas duras peleas que son las luchas en los Tribunales. Resulta muy gratificante la preparación, el estudio, crear la estrategia, sentir que puedes aportar algo nuevo a esta materia, donde no paran de surgir nuevos casos, tan apasionantes como complicados, en los que su defensa supone un gran reto, no solo de ganar, sino también de sentir que formas parte de un Derecho nuevo.

Muchísimas gracias a todas aquellas personas que hayan podido pensar que me merecía este premio.